Cipra -- Círculo de Psicoterapia Cognitiva ConstructivistaCírculo de Psicoterapia Cognitiva Constructivista

 

Una nueva generación en el Cipra
Marco Sánchez Vera

 

De los viejos soy el más joven, casi como un hijo, aunque eso pueda llegar a desencadenar algún ataque de pánico a alguno de los miembros más veteranos...
Mi relación con el modelo comenzó en una serie de reuniones que realizó el Cipra en Marzo de 2006, cuando yo recién había entrado a primer año de psicología. La sensación de estar rodeado de psicólogos, y psicólogos entendidos en el tema, era muy motivante. Rápidamente comencé a interiorizarme en el modelo, tratando de leer todo lo que estuviera a mi alcance y lo complementaba con lo que exponían semanalmente en las reuniones. Al final del ciclo de reuniones, que concluía con la demostración de la técnica de la moviola, Rodrigo Díaz y Rodrigo Inostroza dejaron abierta la invitación para seguir asistiendo semanalmente a las reuniones que ellos realizaban para revisar casos que fuesen particularmente complejos o que le presentasen alguna dificultad. A pesar de que estaba en primero y me daba un poco de verguenza presentarme así nada más, consideré que era una buena oportunidad para aprender y no perdía nada intentando formar parte del grupo. Al llegar fui recibido lo más cariñosamente que podría haber sido. Desde ese entonces he construido una relación de cariño con los miembros del cipra, tanto de los antiguos como con los más noveles. Nunca ha habido muchos abrazos para no herir ciertas sensibilidades, como tampoco tristes despedidas (excepto la de Álvaro Muñoz, pero esa es otra historia) ni críticas malintencionadas. Si me preguntan qué es el Cipra o cómo es, yo respondo que es como una familia bien aglutinada.
Han pasado unos cuantos años y actualmente me queda poco para terminar la carrera. Cada vez que pude fui el ratoncillo de indias de los ejercicios de entrevistas, moviolas y cualquier otra cosa que se necesitase. He expuesto mi historia varias veces y la he compartido con todos, pero no he sido sólo yo, pues a todos los miembros en algún momento nos ha tocado sentarnos y abrirnos en uno de los sillones en los cuales hemos tenido que ver a fuerza de preguntas, a veces incomprensibles, la película de nosotros mismos en alguna escena particularmente conflictiva de nuestra vida. Este tipo de ejercicios ha sido muy útil para mí, me imagino que para otros de los miembros más jóvenes del grupo también debe haberlo sido.
Para mi fue una grata experiencia tener una formación paralela a la de la universidad, ha sido como estar estudiando dos psicologías, similares, pero con grandes diferencias. Por un lado las teorías clásicas y racionalistas, por el otro el constructivismo y la psicoterapia constructivista.
Para finalizar, me gustaría agradecerle al Cipra la buena onda, por ayudarme a conocerme un poco más, por el altruismo en su trabajo y las galletitas. los tecitos y cafés de cada miércoles. Hablo por la nueva generación del Cipra, hablo por los más jovenes, los que hemos llegado un miércoles como invitados y nunca más nos fuimos. Por todos ellos y por muchos más que vendrán les agradezco por todo y ojalá que sigamos construyendo un nuevo Cipra, en permanente cambio y autoconocimiento, ojalá que esta nueva década sea aún más próspera para nosotros. Pero quiero que el mensaje quede claro, porque si la nueva generación tiene algo que decir, de seguro que es un “gran gracias”.

Concepción, Chile.
Febrero 2010

 

Cipra - Círculo de Psicoterapia Post-Racionalista
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